Los datos reflejan que los contagios remiten y en Corea del Sur la pandemia empieza a superar su peor momento hasta la fecha, aunque persiste la amenaza de la variante furtiva de ómicron.
El país reportó el lunes 28 un total de 187.213 casos de COVID-19, casi 200.000 menos que la semana anterior, aunque el número de enfermos graves aumentó hasta 1.273 pacientes, 143 más que el pasado lunes.
En tanto, el total acumulado de muertes durante la pandemia se eleva a 15.186 personas, incluidas las 287 que fallecieron el domingo, dato que sitúa la mortandad por coronavirus en un 0,13%.
Ante estos registros, las autoridades alertaron de una posible mayor incidencia de muertes y de enfermos graves los próximos días.
Respecto a la variante BA.2 de ómicron, la semana pasada fue la cepa dominante, con un 56,3% del total de casos detectados, dicha cepa es la que predomina en el país. Por tanto, llamaron a no bajar la guardia y a mantener las precauciones, aunque los contagios estén a la baja.