Corea del Norte ha respondido en tono sensacionalista a Corea del Sur, incluso refiriéndose con expresiones vulgares a comentarios de altos cargos de la administración de Seúl. 

Concretamente, el régimen de Pyongyang aludió al entrenamiento de defensa antimisiles y al ejercicio terrestre con aviones furtivos F-35, efectuados por las Fuerzas Armadas surcoreanas como reacción al ensayo balístico intercontinental norcoreano del 24 de marzo, al describirlos como "actividades que realizan aquellos del Sur que alimentan la guerra". 

También criticó las políticas sobre la península coreana que avanzó el comité de transición del presidente electo Yoon Suk Yeol, que tildó de "desfasadas e ingenuas" al no contemplar las actuales mejoras del potencial militar de Corea del Norte. 

En sintonía con esas críticas se ubica la intervención de Kim Yo Jong, subdirectora del Partido de los Trabajadores y hermana de Kim Jong Un, al señalar directamente al ministro surcoreano de Defensa; y también la de Park Jong Chon, considerado el hombre más influyente actualmente del Ejército norcoreano, quien amenazó con emprender acciones militares contra Corea del Sur.