Al remitir el ritmo de contagios, las autoridades sanitarias intentan aumentar la atención presencial a positivos.
Para empezar, han incluido más clínicas privadas y consultorios de barrio en la red nacional de consultas externas para pacientes de COVID-19, que actualmente cuenta con unos 4.800 hospitales.
Además, pronto activarán un servicio de visitas médicas a asilos de ancianos y centros de cuidados especializados, lugares con alta tasa de contagios, así como de muertes o enfermos graves. Para cubrir este servicio han designado 73 equipos en 45 centros médicos.