Como las sanciones internacionales obstaculizan la cooperación económica con Corea del Sur y con terceros países, el régimen de Pyongyang intenta captar inversiones de norcoreanos en el exterior, mejorando las garantías patrimoniales, y ofreciendo créditos y otros beneficios tributarios. 

Según informó el jueves 14 el diario Choson Sinbo, boletín de la Asociación General de Norcoreanos en Japón, el artículo 40 de la Ley para Promover Intereses de Norcoreanos en el exterior define como acto delictivo el incumplimiento de derechos corporativos. 

El rotativo enfatiza los mecanismos para proteger el patrimonio y las inversiones realizadas en Corea del Norte por norcoreanos residentes en el extranjero, en concreto el articulado que prevé una indemnización si alguien usa o se apropia de sus bienes o activos. 

Choson Sinbo explica que la ley contempla experiencias previas de cooperación económica de Pyongyang con ciudadanos en el extranjero, como los negocios conjuntos impulsados en 1984 que fracasaron al retirarse los inversores, mayormente norcoreanos residentes en Japón, por fricciones con las autoridades.