El jueves 14, Corea del Sur reportó 148.408 nuevos casos de coronavirus, incluidos 35 procedentes del exterior.
Desde que comenzó la pandemia el total de muertes se eleva a 20.352 personas, incluyendo las 318 que fallecieron el miércoles, dato que sitúa la mortandad por COVID-19 en el país en un 0,13%.
A fecha de hoy hay 962 pacientes graves y la disponibilidad de camas hospitalarias es del 51% a nivel nacional, mientras que 953.318 personas guardan tratamiento domiciliario.
Pese a la continua propagación del virus, Corea del Sur se prepara para la "vuelta a la normalidad" a partir de la próxima semana, y prevé suprimir algunas normas, como el límite de diez asistentes a reuniones privadas, o las restricciones al horario de apertura en instalaciones de uso público.
El 1 de abril el Gobierno anticipó que valoraban suprimir todas las restricciones salvo el uso de mascarilla en espacios cerrados, si la ola de contagios y el volumen de pacientes mejoraban en 15 días, y los datos reflejan sustanciales mejoras.
El volumen de contagios diarios bajó hasta un promedio de 180 mil la última semana, la mitad de los 400 mil registrados a mitad de marzo, y también remitió el número de enfermos graves y de muertes por coronavirus.
Los expertos descartan otra posible ola de contagios por el momento, considerando que el país ha logrado cierto grado de inmunidad colectiva.
Así, el viernes 15 el Gobierno anunciará las nuevas pautas de distancia social que aplicará a partir del 18 de abril, y también un plan de respuesta post-ómicron, de cara a normalizar el sistema de prevención y atención médico-sanitaria del país.