Corea del Norte mantiene silencio sobre los recientes ensayos balísticos, incluido el lanzamiento de un misil submarino del sábado 7, a diferencia de antes, cuando solía vanagloriarse del éxito en dichas pruebas justo el día después, mediante reportajes o notas de opinión en los principales medios de prensa estatales.

Los expertos consideran esta conducta inusual, aunque también estiman que el silencio obedece a que los proyectiles probados los días 4 y 7 no lograron completar la trayectoria o el rendimiento esperado por el régimen de Pyongyang. Sin embargo, las autoridades militares surcoreanas no han concluido aún que esos ensayos hayan fracasado, pues otros análisis indican que Corea del Norte pudo haber moderado la potencia de los recientes lanzamientos pues ambos misiles tienen como objetivo a Estados Unidos.

En todo caso, hay pronósticos divergentes, y algunos piensan que Pyongyang podría esperar el momento oportuno para anunciar conjuntamente el resultado de ambos ensayos balísticos, para elevar el nivel de ostentación tanto dentro como fuera del país, como parte del plan quinquenal de desarrollo de armas estratégicas activado en 2021.