Mientras la eutanasia es un tema candente en estos momentos a nivel mundial, máxime tras la decisión tomada por celebridades como el actor francés Alain Delon que pidió el suicidio asistido, cada vez más surcoreanos apoyan la institucionalización de esa forma de morir.
Al respecto, destaca una encuesta de un equipo de investigación del Hospital de la Universidad Nacional de Seúl entre mil personas, donde un 76% dijo estar a favor de la eutanasia o del suicidio asistido. Dicho porcentaje supone un visible aumento respecto a una encuesta similar de 2016, donde solo un 40% de los encuestados se mostró a favor.
Quienes están a favor la eutanasia o del suicidio asistido principalmente opinan que les espera una vida insignificante, porque consideran importante su derecho a morir dignamente o porque desean poner fin al dolor físico-psicolófico que sufren por alguna enfermedad o por deterioro de la salud. En síntesis, apoyan esa forma de morir por la expectativa de tener un final digno.
Sin embargo, los expertos afirman que en Corea son aún insuficientes los sistemas y las condiciones para una muerte digna. Por ejemplo, hacen falta unidades de cuidados paliativos o servicios relacionados para que atender debidamente a los enfermos terminales en casa hasta fallecer, y hasta la fecha apenas un 2% de la población nacional ha expresado por escrito su rechazo a recibir tratamiento artificial para prolongar.
Por eso muchos expertos opinan que, antes de hablar de institucionar la eutanasia o del suicidio asistido, debe haber un debate social sobre la muerte digna y las condiciones requeridas, como más servicios de cuidados paliativos, simplificación de procesos para rechazar los tratamientos para prolongar la vida de modo artificial, o para donación de órganos y del patrimonio personal tras fallecer.