La OCDE ha revisado a la baja la previsión de crecimiento económico de Corea del Sur para 2022, concretamente a un 2,7%, 0,3 puntos menos que hace seis meses. Asimismo, ha recortado la previsión de 2023 al 2,5%.
El cambio se atribuye al riesgo de inflación e inestabilidad en la red global de suminsitros, que podría obstaculizar el crecimiento pese a la reactivación de las inversiones la mejora del consumo al relajar las pautas preventivas e inyectar capital con presupuestos complementarios.
El aumento de precios y su impacto negativo en el crecimiento representan actualmente un problema para todos los países, si bien a Corea del Sur le afecta especialmente la desaceleración de China y Estados Unidos, principales destinos de las exportaciones surcoreanas.
Además también preocupa el riesgo de estanflación, coyuntura donde la inflación persiste ante un contexto de estancamiento económico.