El presidente Yoon Suk Yeol explicó el martes 19, al ser preguntado sobre la huelga de los astilleros DSME, que "ya ha habido mucha paciencia al respecto", y mostró intolerancia contra ilegalidades cometidas en el entorno empresarial, al tiempo de advertir que valora movilizar a la policía para reprimir la huelga. 

Hace 28 días, un grupo de trabajadores de una empresa subcontratada por la constructora naval DSME tomaron el barco que estaban ensamblando. Básicamente exigen un aumento del 30% en sus salarios, que fueron reducidos durante la crisis surcoreana del sector, ahora que Corea ostenta la mayor cartera de pedidos de buques a nivel global, y también legalizar su actividad sindical.  

Pero las negociaciones entre el sindicato y la patronal de DSME siguen estancadas tras cuatro reuniones, mientras que el Banco de Desarrollo de Corea - principal socio inversor de los astilleros- insiste en mantenerse al margen. 

La postura de DSME, es que ocupar ilegalmente un barco por entregar generó unos 500.000 millones de wones de pérdidas, al tiempo de aumentar los gastos fijos en 100.000 millones de wones.