El índice de precios al consumidor subió en julio un 6,3%, registrando el mayor aumento desde la crisis cambiaria de 1998.
Según la Oficina Nacional de Estadística, el índice de precios al consumidor marcó el mes pasado 108,74 puntos, nivel superior en un 6,3% al de hace un año y el más elevado en 23 años y siete meses, desde del 6,8% de noviembre de 1998.
El aumento se atribuye principalmente al alto precio de los combustibles, así como a la subida en las tarifas de luz y gas. Los bienes se encarecieron un 9% respecto al año pasado, en particular las manufacturas y los derivados petroleros que subieron un 8,9% y un 35,1% respectivamente, mientras que el precio de los bienes agropecuarios y pesqueros aumentó un 7,1%.
Los servicios también subieron un 4%, incluyendo los más básicos como la luz y el gas, cuyas tarifas subieron un 15,7% interanual.