Ante las nuevas leyes promulgadas por Estados Unidos sobre chips y coches eléctricos con la intención de disfrutar de una superioridad competitiva sobre China, la industria automotriz de Corea del Sur aboga por que el Gobierno despliegue una "doble estrategia".

Según lo publicado el jueves 18 por el Instituto de Tecnología Automotriz de Corea, es necesario que el país promueva también la cooperación con China mediante acuerdos de asociación económica integral para evitar que se debilite la presencia de coches surcoreanos en el mercado chino, eso sí, sin descuidar las relaciones con Estados Unidos.

La entidad analiza que Estados Unidos trata de reforzar su estatus de potencia mundial de chips y establecer junto con sus aliados una red de suministros de minerales indispensables para la fabricación de vehículos ecológicos, con el fin de que las baterías usadas en todos los coches eléctricos distribuidos en su mercado sean producidas en territorio estadounidenses.

En este contexto, su propuesta al Gobierno surcoreano es que mejore su política de fomento para el sector de vehículos del futuro, en colaboración con las empresas automotrices y mediante la combinación adecuada de medidas industriales y comerciales para aumentar la competitividad industrial.

También subraya la necesidad de diversificar las importaciones de minerales, sin olvidar que Corea del Sur no es un país abundante en recursos naturales, fortaleciendo la cooperación y los intercambios con naciones que sí lo son, como Australia, Chile e Indonesia.