La inflación esperada, que en julio llegó a nivel récord, ha bajado tras comenzar agosto.

El Banco de Corea dio a conocer el martes 23, en base a estudios sobre psicología consumidora, que la inflación esperada marca en estos momentos el 4,3%, 0,4 puntos menos que el mes anterior. Es la primera vez en ocho meses, desde diciembre de 2021, que baja este indicador, el cual refleja cuánto vaticinan los consumidores que subirán los precios durante los siguientes doce meses.

El banco central atribuye el descenso al análisis de que la inflación global ha llegado casi al tope y empieza a mostrar un ritmo más calmo, así como el pronóstico del Gobierno surcoreano de que en el país los precios registrarán su nivel máximo en el segundo semestre de 2022.

Sin embargo, la inflación percibida, que indica cómo sintieron los consumidores la subida de los precios durante el último año, sigue al igual que en julio en el 5,1%, la tasa más elevada desde que en Corea se elaboran estadísticas relacionadas.

El índice de confianza del consumidor, mientras tanto, subió 2,8 puntos respecto al mes anterior, hasta 88,8 puntos, gracias a las previsiones sobre que la inflación no tardará mucho en llegar al tope, pese a factores adversos como la posible ralentización de algunas de las principales economías del mundo. Un índice de confianza del consumidor superior a 100 puntos implica que hay más consumidores que miran con optimismo la situación venidera en el mercado. En cambio, si baja de esa línea referencia, significa que es mayor el pesimismo.