El jueves 8 - en vísperas de Chuseok, la mayor festividad otoñal del pueblo coreano- las principales autopistas y carreteras empezaron a congestionarse desde la mañana con gran cantidad de vehículos en ambos sentidos, es decir de Seúl al resto del país y viceversa.
Hasta el mediodía, el viaje entre Seúl y Busan, al sureste de Corea, demoró cinco horas y 30 minutos, cinco horas y 10 minutos hasta Ulsan, cuatro horas y 30 minutos hasta Daegu, y dos horas y 50 minutos hasta Daejeon, aunque se espera que la congestión desde las dos de la tarde.
El primer ministro Han Duck Soo urgió a los otros ministros comprobar que las medidas de ayuda ciudadana para Chuseok se adoptaban debidamente, expresando su pesar por el alto precio de los alimentos y los daños generados por el tifón Hinnamnor antes de la fiesta de la cosecha.
Para este feriado, el Gobierno aseguró que garantizaría una mayor oferta de alimentos para rebajar los precios, además de ofrecer cupones descuento para compras y subsidios al micro comercio, además de suprimir el peajes de las autopistas.