En 2023 los impuestos inmobiliarios disminuirán en sintonía con la política anunciada por el Gobierno de estabilizar el mercado de inmuebles y moderar la caída de precios, tanto de alquiler como de compraventa de viviendas.
En primer lugar rebajarán el impuesto progresivo de bienes inmuebles, y luego desbloquearán las zonas "de transacciones inmobiliarias limitadas" para evitar la especulación, además de reducir el impuesto de compra-venta de inmuebles.
Por otra parte, también rebajarán el gravamen del impuesto sobre la renta, sobre todo entre asalariados que ganen menos de 50 millones de wones al año.
También aumentarán el salario mínimo un 5% respecto a 2022, hasta 9.620 wones por hora, mientras que subirán la tarifa de luz y el precio de la gasolina, al limitar la bonificación al impuesto sobre combustibles.