La presión alcista de los precios y la fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos apunta a nuevas subidas de tipo por parte de la Fed, mientras el Banco de Corea se debate entre mantener los tipos para frenar una posible fuga de capitales, o subirlos, empeorando la recesión económica. 

Jerome Powell, presidente de la Fed, anunció el martes 7 ante el Comité Bancario del Senado, que si la inflación persiste podrían
volver a subir los tipos con aumentos de 0,5 puntos. Explicó que los indicadores económicos son más fuertes de lo esperado, advirtiendo que la Fed podría acelerar las subidas de tipos. 

Por el momento, el mercado prevé un pico máximo del 5,61% para este año y una subida de medio punto para la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (CFMA) del 22 de marzo.

En tanto, el Banco de Corea decidió el 23 de febrero mantener el tipo en un 3,5% anual, ante la creciente preocupación por el empeoramiento de los índices de exportación y consumo. 

Esa medida situó la diferencia de tipos entre Corea y Estados Unidos en 1,25 puntos porcentuales, que podría llegar a 1,75 puntos si la Fed sube medio punto en marzo, y a 2 puntos porcentuales si el Banco de Corea congela el tipo en abril y la Fed sube otros 0,25 puntos en mayo. 
 
El impacto no tardó en llegar al mercado de divisas de Corea, pues apenas tres días después del anuncio, el cambio won-dólar subió un 2%, superando los 1.320 wones por dólar por primera vez en tres meses.

También generó una salida masiva de inversores extranjeros del mercado bursátil surcoreano, que en los tres días posteriores al anuncio del banco central vendieron casi 1 billón de wones en acciones.