Durante el fin de semana en el centro de Seúl tuvo lugar una manifestación contra la propuesta del Ejecutivo de indemnizar a las víctimas de explotación laboral a manos niponas durante el colonialismo y la Segunda Guerra Mundial. 

Fue la segunda marcha convocada por la oenegé Acción por la Paz y la Justicia Histórica entre Corea y Japón para exigir la anulación inmediata del plan de compensación, además de hacer un llamado a Tokio y a las empresas niponas que cometieron explotación laboral a ofrecer una disculpa sincera y a indemnizar a las víctimas según fijó la Justicia surcoreana. 

Los manifestantes condenaron al Ejecutivo surcoreano por dar impunidad a los crímenes de guerra de Japón, al eximir a las firmas explotadoras de asumir su responsabilidad, pues el plan de indemnización no incluye aportaciones japonesas, ni públicas ni privadas.

Lee Jae Myung, líder de The Minjoo, el principal partido opositor, asistió a la protesta y comparó la maniobra del Gobierno a los hechos de 1910 cuando el Imperio de Corea entregó a Japón sus derechos soberanos, cediendo a la presión nipona y a sus colaboracionistas.

Mientras, Lee Jeong Mi, al frente del Partido Justicia, consideró "anormal" que Seúl acepte unilateralmente las exigencias de Tokio.