Corea del Norte llevó a cabo los días 18 y 19 un simulacro de contraataque nuclear al que asistieron Kim Jong Un y su hija. 

Durante el entrenamiento, el líder norcoreano explicó que poseer armas nucleares no dota al país de suficiente capacidad disuasoria, pues dicho estatus requiere no solo medios físicos para reprimir al enemigo, sino también un óptimo nivel de preparación militar para realizar ataques con precisión. 

Según explicó la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, las maniobras sirvieron para comprobar la fiabilidad de los sistemas de mando y de gestión de armas nucleares tácticas. El simulacro incluyó un ensayo balístico el domingo 19, cuando lanzaron un misil táctico desde Cholsan hacia un objetivo ubicado a 800 kilómetros sobre el mar del Este, que según la agencia impactó en el blanco a una altura de 800 metros. 

Finalmente, concluyó que la prueba mostró un óptimo rendimiento de los mecanismos de explosión nuclear y los sistemas de ignición.