Varias víctimas de explotación laboral durante la Segunda Guerra Mundial y familiares han iniciado los trámites de ejecución forzosa para incautación y venta de bienes contra la firma Mitsubishi. Tras ganar la demanda contra dicha firma japonesa que interpusieron en primera y segunda instancia en 2014 y 2015, han activado así los trámites para la ejecución forzosa. 

Se trata de dos víctimas supervivientes y de los familiares de otras dos que fallecieron en uno de los centros de dicha firma en 1944. Aunque ganaron la demanda interpuesta ante el Tribunal Regional de Gwangju están aún a la espera del dictamen del Tribunal Supremo, casi cuatro años después de apelar Mitsubishi.

Ante el estancamiento, el viernes 24 presentaron una solicitud de embargo de derechos de patentes de Mitsubishi y su posterior venta para hacer frente a las indemnizaciones que fijó la justicia. Los demandantes no desean postergar la ejecución forzosa pues afirman que el Gobierno intenta desfigurar el propósito de las demandas con un plan de compensación que deja impunes a las empresas explotadoras. Concretamente, solicitan la venta de cuatro patentes para cubrir la indemnización fijada por el tribunal, que con los intereses de demora, asciende a 680 millones de wones. 

Sus representantes legales explican que el derecho acreedor de los demanandantes al ganar la demanda contra Mitsubishi es una garantía para el cobro de la indemnización que les corresponde por el trato inhumano e ilegal recibido de dicha firma y no es susceptible de ser anulada por terceros de forma arbitraria y en contra de su voluntad.