Mientras la inflación amenaza la economía de los hogares surcoreanos, los consumidores se cohíben cada vez más si comer fuera de casa, pues los precios de los restaurantes siguen subiendo.

Incluso el jajangmyeon, considerado uno de los platos más populares y asequibles para la clase media-trabajadora, ha aumentado unas sesenta veces de precio en las últimas décadas, con especial énfasis durante los últimos años, hasta llegar a 6.000 wones por ración. 

Según la Agencia Coreana de Información sobre Precios, un plato de jajangmyeon cuesta 6.361 wones por promedio, un incremento abismal respecto a décadas pasadas, pues el mismo plato costaba 100 wones en 1970 y 2.500 wones en el año 2000. Pero entrando en la década de 2010, la subida se despegó hasta llegar a 5.000 wones en 2018. 

Estos datos permiten deducir que, en apenas cinco años, es decir entre 2018 y 2023, el precio del jajangmyeon aumentó un 27%, pues este año superó los 6.000 wones por plato. 

Tan precipitado encarecimiento se atribuye en esencia al precio de los ingredientes, que recientemente se disparó por la pandemia y la guerra en Ucrania. Por ejemplo, la harina subió un 47% respecto a hace media década y el aceite vegetal un 33%, mientras que también aumentaron de precio productos agrícolas como la cebolla y el pepino, que subieron un 167% y un 275%.