Manifestaciones a favor y en contra de la visita del primer ministro japonés Fumio Kishida a Seúl se dieron cita en Yongsan, frente a la Oficina Presidencial.
Los coreanos que criticaron la presencia del premier nipón en el país exigieron como prioridad para mejorar las relaciones entre Corea y Japón una disculpa por la explotación laboral y la esclavitud sexual impuesta por Tokio durante el colonialismo y la Segunda Guerra Mundial, además de indemnizar a las víctimas.
Asimismo exigieron al Ejecutivo de Seúl firmeza al controlar el vertido de aguas radiactivas de Fukushima o la pretensión de Tokio sobre las islas Dokdo.
En cambio, aquellos a favor de la visita de Kishida enfatizaron la necesidad de normalizar las relaciones bilaterales y de reforzar la alianza trilateral con Estados Unidos.