El Gobierno decidirá el lunes 15 la subida de luz y gas para el segundo trimestre de 2023, mientras se estima que la tarifa de dichos servicios públicos básico aumentará entre 7 y 8 wones por kilovatio-hora.

La subida, aplazada el trimestre anterior considerando las dificultades de la población por aumentos anteriores efectuados reflejando la carestía de energía, será determinada la realidad actual de la economía popular y el estado financiero de la empresa pública de suministro de luz, la KEPCO o Corporación Nacional de Energía Eléctrica.

Si el Gobierno eleva tal como se pronostica unos siete u ocho wones por kWh la tarifa de electricidad, el gasto energético de cada hogar de cuatro miembros aumentará más de 2.500 wones. 

El Ministerio de Industria y la KEPCO abogan por incrementar el precio de la luz al menos 51 wones por kilovatio-hora hasta fin de año para una gestión estable, dado el gran déficit que viene registrando la empresa eléctrica pública. Eso implicaría subir la tarifa unos 13 wones por trimestre, sin embargo tal aumento se ve difícil ante la llegada del verano, temporada en la que asciende explosivamente la demanda de electricidad por aire acondicionado y también el gasto de los hogares en energía.