La comunidad pesquera y otros grupos cívicos de la isla de Jeju han condenado enérgicamente el vertido de aguas radiactivas de Fukushima al océano.
El martes 13 una coalición de más de 50 organizaciones realizó una protesta frente al Consulado General de Japón en la isla de Jeju, exigiendo a Tokio que desista inmediatamente del vertido, que calificaron de "crimen internacional".
Cuestionando la seguridad del vertido, urgieron a Japón a almacenar el agua contaminada en unos tanques en tierra firme, en vez de arrojar sustancias radiactivas al océano.
Por otra parte, también criticaron al Gobierno surcoreano por adoptar una postura favorable hacia Japón, alegando que las preocupaciones sobre la seguridad del vertido se basan en rumores infundados.
Los manifestantes, que la policía contabilizó en más de 800 personas, entregaron una carta de protesta al Consulado General de Japón.