Tras un periodo de estabilidad, desde mediados de julio los casos de COVID-19 en Corea del Sur han comenzado a aumentar.
Durante la tercera semana de julio, diariamente reportaron un promedio de 36.261 casos, un 36% más que la semana anterior.
Este aumento destaca especialmente entre los mayores de 60 años, pues los positivos en esa franja de edad registraron un incremento del 44% en una semana.
Desde septiembre del año pasado, la Agencia para el Control y Prevención de Enfermedades (KDCA) mantuvo activa la alerta por epidemia, al dejar de considerar el coronavirus como una pandemia, pues la tasa de mortandad por COVID-19 se mantiene baja.
De hecho, de cara al mes agosto planea rebajar el nivel de riesgo del COVID-19 de Nivel 2 a Nivel 4, comparable al de la gripe.
Con este reajuste, la obligatoriedad de usar mascarillas en hospitales y centros sanitarios pasará a ser una mera recomendación.