Quince personas murieron el fin de semana debido al calor en Corea del Sur.
Principalmente eran de edad avanzada o vulnerables a temperaturas extremas, quienes ignoraron las recomendaciones y salieron al campo a cuidar de sus cultivos.
El 20 de mayo, la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades activó un sistema de seguimiento en urgencias de patologías por calor.
Al aumentar las víctimas, la Provincia de Gyeongsang del Norte - donde falleció más gente por calor- ha habilitado un equipo de medidas especiales para proteger a los más vulnerables, como ancianos, personas que viven solas en hogares precarios u otros con problemas de movilidad.
Por su parte, otros gobiernos regionales optaron por ofrecer ayudas ayudas extraordinarias para cubrir gastos energéticos de ventilación o aire acondicionado a agricultores y hogares sin recursos. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Incheon repartió en junio unos subsidios especiales a hogares con bajos ingresos y centros de asistencia social; mientras la Provincia de Gyeonggi aprobó una partida provisional de 39.300 millones de wones para minimizar las pérdidas del sector ganadero.