Los precios al consumidor subieron un 2,3% en julio, registrando el menor aumento en 25 meses por el abaratamiento récord del petróleo y derivados, aunque esas cifras todavía no reflejan la carestía de las verduras tras las lluvias torrenciales que afectaron a la cosecha.
Así, la inflación quedó por debajo del 3% por segundo mes consecutivo y continúa a la baja, después de llegar al 4% en febrero y mantenerse por encima del 3% en marzo.
Como principal factor, los expertos apuntan a la caída del precio del petróleo, que perdió casi un 26% respecto al mismo periodo de 2022, registrando el mayor descenso desde que comenzaron a recopilarse datos relacionados.
Pero también influyó el abaratamiento de la carne de res y de cerdo, que redujo un 0,5% los precios de bienes agrícolas, ganaderos y pesqueros en general. No obstante, los datos no incluyen el aumento en el precio de las verduras, que a finales de julio comenzó a dispararse por el impacto de las lluvias torrenciales en el sector agrícola.
Pese a todo, la Oficina Nacional de Estadística señala que la inflación podría perder tendencia a la baja, pues en agosto los precios al consumidor podrían repuntar y superar el 3% a finales de 2023, tal y como prevé el Banco de Corea.