El Índice de Confianza del Consumidor, que refleja la psicología predominante en el mercado sobre la situación económica actual y venidera, ha bajado por primera vez en seis meses.
Según datos actualizados del Banco de Corea, en agosto dicho índice marcó 103,1 puntos, perdiendo 0,1 unidades respecto al mes anterior. Si bien se mantiene sobre los cien puntos por tercer mes consecutivo, la baja registrada entre julio y agosto -aunque sutil- resulta sugerente, porque se dio mientras se percibe una clara desaceleración de la inflación.
El banco central analiza así que el reciente empeoramiento de la confianza del consumidor se atribuye a la sensación prevalente entre los ciudadanos de que los precios siguen altos y las reducidas expectativas sobre una mejora inmediata de las exportaciones. Detallando que, pese a la ralentizada subida de precios, la inflación percibida sigue elevada en lo que respecta a alimentos procesados y restaurantes, mientras que imperan varios factores que ejercen presiones inflacionarias, como el encarecimiento del crudo y de bienes agrícolas, y el aumento de las tarifas de servicios básicos previsto para el segundo semestre.
Si el índice de confianza del consumidor supera los cien puntos, implica que hay mayor optimismo sobre la situación económica nacional y si por el contrario retrocede a por debajo de ese nivel, significa que existe más pesimismo.