La Federación de Industrias Coreanas (FKI), la mayor asociación empresarial del país, renació con un nuevo nombre 55 años después de su fundación en 1968.
El cambio refleja el compromiso tomado por el sector corporativo de Corea para superar las malas prácticas del pasado y desarraigar la complicidad que durante décadas hubo entre dinero y poder.
Tal compromiso está plasmado en la Carta de Ética, que la organización presentó en la asamblea general convocada el martes 22, llamando a bloquear la intervención arbitraria de la autoridad política o administrativa en la actividad empresarial y a promover más activamente la economía de mercado. Asimismo apostaron por enfatizar la responsabilidad social de las empresas, fomentar la simbiosis entre conglomerados y pymes, y hacer una mayor contribución tanto a impulsar la economía de la innovación, como a mejorar el empleo.
Como presidente de la renovada Federación de Industrias Coreanas, que a partir de ahora se denominará Asociación de Empresarios Coreanos, fue nombrado Ryu Jin, presidente y CEO de Poongsan Group.
Previamente, los cuatro mayores conglomerados de Corea del Sur -Samsung, Hyundai Motor, SK y LG- anunciaron su reafiliación a esta entidad seis años después de abandonarla en 2017, año en que la entonces presidenta Park Geun Hye fue destituida por masivos escándalos de corrupción y se descubrieron conexiones indebidas entre el sector empresarial y el Gobierno.