Corea del Sur sufrió en julio un "triple descenso", fenómeno que se da cuando simultáneamente bajan la producción industrial, el consumo y las inversiones, tres de los indicadores que mejor reflejan la actividad económica del país.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística, las inversiones en equipamiento y maquinaria remitieron un 8,9% en el mes de julio, registrando el mayor retroceso en once años y cuatro meses, mientras que el consumo disminuyó un 3,2% por las condiciones climáticas adversas y el descenso en las ventas de automóviles.
La producción industrial y la del sector minero-manufacturero cayeron un 2%. En cambio, la producción de servicios aumentó un 0,4%, gracias al buen desempeño del sector financiero y del sector seguros, pese a la contracción del consumo presencial en hostelería, por la ola de calor y las lluvias torrenciales.
En tanto, las ventas al por menor, indicador que mejor refleja la evolución del consumo doméstico, sufrieron la peor caída en tres años al remitir un 3,2%, ante el descenso en consumo de automóviles, alimentos y prendas de vestir.