Ante el aumento de los "ni-nis", aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, pero tampoco están en busqueda activa de empleo, el Gobierno ha pensado medidas concretas para su inserción en el mercado laboral.
Según explicó el Ministerio de Estrategia y Finanzas el miércoles 15, entre enero y septiembre de 2023 el nivel de "ni-nis" registrado supone un 4,9% de la población juvenil o 414.000 ciudadanos, dato que plantea la necesidad de adoptar programas de apoyo para fomentar el empleo o la formación profesional de esos jóvenes.
Así, en primer lugar estrenarán un programa de apoyo al empleo diseñado exclusivamente para alumnos de bachillerato, sobre todo para aquellos que no tienen intención de realizar estudios superiores. Además, a lo largo de 2024 ofrecerán oportunidades para experimentar el mundo laboral a 74.000 jóvenes, 48.000 en el sector privado y 26.000 en entidades públicas, medida que complementarán con descuentos del 50% en la tasa de inscripcion a exámenes profesionales nacionales, para aliviar la carga de aquellos en busca de empleo.
Esas medidas reflejan la determinación de las autoridades de actuar lo antes posible, para trasladar el periodo de inactividad económica entre esos jóvenes hasta después de la graduación.
En tanto, para aquellos que ya trabajan adoptarán otro tipo de medidas, destinadas a mejorar el equilibrio entre vida laboral y vida personal, un aspecto que la juventud actual considera básico para disfrutar de una buena calidad de vida.
También probarán programas de apoyo para mejorar las relaciones en el entorno laboral, de cara a intentar que los posibles problemas de adaptación o los conflictos interpersonales no se conviertan en motivo de renuncia.
Finalmente repartirán diversas subvenciones para intentar atajar el problema. Por ejemplo, ofrecerán dos millones de wones anuales a aquellos jóvenes en condiciones precarias que no puedan continuar con la búsqueda de empleo, 500.000 wones mensuales a jóvenes huérfanos que deban abandonar los centros de protección de menores al cumplir la mayoría de edad, o ayudas no permanentes de hasta dos millones de wones a quienes accedan a empleos menos demandados, medida con la que esperan resolver el desequilibrio entre oferta y demanda de mano de obra en algunos sectores, como manufactura.