Kim Jong Un, líder de Corea del Norte, anunció una fuerte transformación en cuanto a la línea política hacia el Sur, al considerar que ambas naciones ya no son "compatriotas" sino "enemigas".
Durante el último pleno del Comité Central del Partido de los Trabajadores de 2023, Kim enfatizó la necesidad de prepararse para una hipotética guerra en cualquier momento y presentó objetivos esenciales sobre capacidad militar, para suprimir las acciones hostiles del ejército surcoreano destinadas a pacificar el territorio del sur.
También aludió a reformar la capacidad nuclear como tarea central para el nuevo año, además de mencionar la exitosa prueba del satélite Mallikyong-1 y su intención de lanzar tres satélites de reconocimiento más durante este año.
Al respecto, el Gobierno surcoreano condenó enérgicamente tan hostiles declaraciones de Corea del Norte, enfatizando que contendrá sus amenazas mediante la sólida alianza con Estados Unidos.
Por su parte, el Ministerio de Reunificación expresó su intención de normalizar las relaciones intercoreanas basadas en acuerdos, y urgió a Corea del Norte a frenar el desarrollo de armas nucleares y mejorar la vida de su pueblo.
El Ministerio de Defensa también condenó fuertemente el anunció norcoreano, advirtiendo que si Corea del Norte intenta usar armas nucleares conocerá la abrumadora capacidad disuasoria y el sistema trilateral de respuesta establecido entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.