Samsung Electrónica sufrió un fuerte retroceso en su beneficio operativo en el último trimestre de 2023, derivado del déficit de su unidad de chips y del bajo desempeño en su línea de eletrodomésticos.
Según anunció la firma, entre octubre y diciembre logró unos 2,8 billones de wones de beneficio operativo, un 34,4% menos que el mismo periodo de 2022, un dato inesperado por el mercado, que estimaba un volumen de más de tres billones de wones.
La empresa achaca este bajo rendimiento al descubierto de la unidad de semiconductores, que durante el cuarto trimestre de 2023 solo alcanzó 2,2 billones de wones, cifra que no pudo compensar el superávit de la subunidad de memorias DRAM.
También jugó a la contra la caída de ventas en televisores, electromésticos y teléfonos móviles.
Acusando la contracción del mercado mundial, los beneficios operativos del gigante tecnológico surcoreano remitieron un 85% anual respecto al año anterior, hasta situarse en 6,5 billones de wones, quedando por debajo de diez billones de wones por primera vez en quince años, desde la crisis financiera global de 2008.