Durante la reunión del Centro Nacional de Medidas de Seguridad contra Desastres del viernes 10 sobre las acciones colectivas de los médicos, el primer ministro Han Duck Soo aseguró que el Gobierno nunca comprometerá la salud del pueblo dejándola en manos de médicos extranjeros cuyas habilidades no hayan sido comprobadas.

El anuncio llega días después de que el Gobierno revelara su intención de reformar el reglamento para autorizar la entrada de médicos foráneos a Corea del Sur ante posibles emergencias de salud pública.

Según explicó, el plan contempla autorizar a médicos con licencia extranjera a ejercer en Corea bajo supervisión de especialistas surcoreanos, solo tras la aprobación del Ministerio de Salud y Bienestar y ante crisis severas.

Afirmó que adoptarán rigurosas medidas de seguridad para garantizar que ningún médico sin credenciales acreditadas pueda atender a los ciudadanos bajo ninguna circunstancia.

Enfatizó que la medida intenta optimizar al máximo la cobertura médica ciudadana, al tiempo de reforzar el sistema de atención de emergencia.

En cuanto a la huelga nacional convocada el viernes por profesores de medicina, en protesta por la imposición unilateral del Gobierno para aumentar el número de plazas para estudiar medicina, expresó que "el Gobierno existe para los ciudadanos y los médicos para los pacientes", instando a los médicos a volver al trabajo.