Desde el 27 de mayo tropas surcoreanas y estadounidenses llevan a cabo un ejercicio conjunto de ataque aéreo.
Liderado por el Comando de Combate de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, el entrenamiento incluye cazas surcoreanos F-35A, F-15K, KF-16 y FA-50, a los que se suman aviones de combate A-10 y vehículos aéreos no tripulados MQ-1C del Ejército de Tierra estadounidense.
Según las autoridades, el objetivo de las maniobras es reforzar el nivel de preparación y la capacidad de los pilotos ante posible situaciones de emergencia o ataques enemigos.
El ejercicio consiste en mejorar los ataques aire-aire y aire-tierra, y los KF-16 usan por primera vez misiles aire-aire AIMS-9X de quinta generación.