El incendio que comenzó el día 24 en la fábrica de baterías de litio en Hwaseong, Gyeonggi, quedó totalmente extinguido sobre las 8:50 am del día 25, 22 horas después de desatarse.
El trágico accidente deja un saldo de 23 muertos o desaparecidos: 17 chinos, 5 coreanos y 1 de Laos. Hasta la tarde del martes 25 tan solo han podido confirmar la identidad de dos coreanos. En cuanto al resto, la policía espera obtener muestras de ADN de los familiares y de los fallecidos para contrastar los datos y poder confirmar la identidad de los cadáveres.
Mientras tanto, la policía y los bomberos están llevando a cabo una inspección conjunta del lugar para intentar determinar las causas del incendio.
Además, el Gobierno ha decidido crear un grupo de trabajo intergubernamental formado por ministerios relacionados y expertos civiles para conseguir mejoras esenciales en cuanto a extinción de incendios complejos y evitar que se repita una tragedia similar.