Mientras la situación de "vacío médico" perdura en Corea por cinco meses y sin visos de terminar, los pacientes y sus cuidadores salieron a la calle para alzar sus voces.
En la mañana del jueves 4, más de 90 grupos de defensa del paciente convocaron una manifestación para pedir a la comunidad médica y al Gobierno que garantice el derecho al tratamiento, urgiendo a los médicos a suspender la huelga en curso que ha interrumpido los servicios de salud pública. Asimismo, solicitaron al Gobierno una ley de prevención de recurrencia en el centro de Seúl.
La protesta congregó a afiliados de la Alianza de Organización de Pacientes de Corea y de la Organización Coreana de Enfermedades Raras, y responde al abandono de los médicos residentes de su lugar de trabajo desde finales de febrero, medida que ha provocado interrupciones en los principales hospitales, incluidas cancelaciones y retrasos en cirugías.
Al persistir la disputa entre sector médico y Gobierno, los doctores de alto nivel del Centro Médico Asan, uno de los cinco mayores hospitales de Seúl, comenzaron a reducir la atención al paciente desde el día 4, alegando que la medida busca centrarse en el tratamiento de pacientes críticos, ante la actual situación de vacío médico.
Por su parte, el Ministerio de Salud pidió a los médicos residentes que vuelvan a los hospitales, asegurando que el Gobierno se esforzará al máximo por ayudarlos a completar su capacitación.
En paralelo, los médicos del Hospital Severance, el Hospital Gangnam Severance y el Hospital Yongin Severance llevan suspendiendo el tratamiento a pacientes ambulatorios, las cirugías no urgentes y otros servicios desde finales de junio, y los profesores de medicina de la Universidad de Corea y de la Universidad Nacional de Chungbuk han convocado huelgas a partir del 12 y 26 de julio, respectivamente.