Mientras el Ejército norcoreano sigue instalando minas y muros de defensa junto a la frontera, se han detectado varios casos de soldados impactados por accidentes con dichos explosivos o enfermedades derivadas del calor. 

El Ministerio de Defensa de Corea del Sur dio a conocer esta situación el miércoles 17, al tiempo de advertir que tan crítica coyuntura podría generar deserciones impulsivas de soldados norcoreanos. 

La cartera informó que las operaciones para enterrar minas y levantar muros defensivos continúan por meses en Corea del Norte pese a las lluvias y a la ola de calor anticipada, e incluso han movilizado a mujeres militares. Agregó que los soldados trabajan un promedio diario de doce y trece horas, sin relevos de personal ni días de descanso. 

Las autoridades surcoreanas estiman que a lo largo de los 250 kilómetros por los que se extiende la Zona Desmilitarizada, las obras para enterrar minas han avanzado un 10% y la construcción de muros de defensa un 1%.