La Policía ha concluido que la causa del accidente ocurrido el 1 de julio en una intersección frente al Ayuntamiento de Seúl, cerca de la estación de metro de City Hall, fue la impericia del conductor, al contrario de lo que este alegaba insistiendo en que el siniestro había sido provocado por una aceleración involuntaria súbita del vehículo.
Así, la Policía transfirió el jueves 1 los expedientes relacionados a la Fiscalía. Los cargos de los que se acusa al conductor es homicidio imprudente según la Ley especial de resolución de accidentes de tráfico.
El accidente en cuestión sucedió la noche del 1 de julio, cuando un auto aceleró de repente y atropelló a varios peatones, nueve de quienes murieron y otras cuatro resultaron heridos. Sobre lo ocurrido el conductor del vehículo alegó desde un comienzo que se debió a una aceleración involuntaria súbita, sin embargo los análisis del Servicio Forense Nacional no detectaron fallos mecánicos en el coche, en cambio sí una alta tasa de cambio de velocidad -de hasta un 99%- lo que implica que el conductor pisó con fuerza el pedal del acelerador.
La Policía detalló que de esa manera el coche alcanzó en el momento del accidente una velocidad máxima de 107 kilómetros por hora, hasta chocar contra la barandilla peatonal de seguridad.