El 5 de agosto fue un lunes negro para la Bolsa surcoreana, que debido al temor de los inversores ante la creciente inquietud sobre la economía de Estados Unidos y una posible recesión económica a nivel global sufrió una caída histórica. 

El índice general KOSPI perdió un 8,77%, hasta cerrar la jornada en 2.441,55 puntos. Incluso alrededor de las 2:14 de la tarde, aproximadamente una hora y media ante de finalizar las transacciones se activó el circuit breaker, que consiste en interrumpir la compraventa de acciones en caso de un descenso abrupto para evitar repercusiones negativas y que el mercado entre en pánico. 

La situación en el parqué automatizado KOSDAQ no fue muy diferente, pues igualmente se activó el mismo mecanismo. En su caso finalizó operaciones en 691,28 puntos, bajando un 11,3%. 

En el mercado de divisas, la moneda surcoreana se depreció frente a la estadounidense, que ganó 3,6 unidades y cotizó a 1.374,8 wones por dólar al culminar la sesión.