El Gobierno ha exigido a Japón incluir la palabra "forzoso" en la exhibición sobre las minas de Sado, específicamente en la parte de la muestra relacionada con coreanos movilizados para trabajar en ese lugar durante el colonialismo y la Segunda Guerra Mundial, sin embargo el vecino país lo ha rechazado.
Al respecto, el Ministerio de Asuntos Exteriores dio a conocer el martes 6, que al negociar el contenido de la exhibición demandaron a las autoridades de Tokio mencionar que hubo una movilización de obreros de carácter forzoso, sin embargo esta exigencia fue denegada por el gabinete japonés.
En 2015, Japón reconoció por primera vez que obreros coreanos fueron forzados a trabajar contra su voluntad y en condiciones precarias, con la intención de lograr la designación como Patrimonio Mundial de varios de sus centros industriales considerados como herencias de la Revolución Industrial de Meiji, como la isla Hashima. No obstante, inmediatamente después de incluir esos sitios en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, suscitó gran controversia al cambiar de postura y alegar que la expresión "fueron forzados a trabajar" difiere del concepto de "trabajos forzosos" que el Derecho Internacional define como una práctica ilegal.
El caso de las minas de oro de la isla de Sado poco se distancia de lo ocurrido en aquel entonces, pues Corea del Sur accedió dar su consentimiento a la designación de dicho sitio como Patrimonio de la Humanidad con la condición de que Japón de a conocer al mundo que allí se cometieron movilización forzosa de obreros y explotación laboral, sin embargo en la exhibición que abrió hace poco sobre las minas de Sado esa información está omitida.
En cuanto a este tema, el 28 de julio, el mismo día en que el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO decidió incluir las minas de Sado en la lista del Patrimonio de la Humanidad, un alto cargo del Ministerio de Exteriores surcoreano comentó que optaron por no malgastar tiempo y energía en ajustar unas cuantas expresiones, para destinar mayores esfuerzos a lograr que se tomen medidas más específicas en aras de la verdad histórica.