Un empleado civil del Comando de Inteligencia de Defensa fue transferido el jueves 8 a la Fiscalía Militar por filtrar información clasificada, concretamente expedientes y datos personales de agentes de inteligencia de las Fuerzas Armadas.
Los cargos de los que se le acusa son favorecimiento al enemigo, espionaje y violación de la Ley de protección de secretos militares.
Actualmente, tanto el Código Penal Militar como el ordinario vigentes en Corea del Sur castiga hasta con la pena de muerte a personas que cometan actos de espionaje para favorecer al enemigo y esta cláusula puede aplicarse al empleado civil en cuestión, lo que implica que puede haber tenido conexiones con Corea del Norte, ya que este es el único país que figura como "enemigo" en las leyes del país.
Según las investigaciones hasta ahora realizadas, el acusado robó información clasificada y la entregó a unos agentes chinos.