La policía ha solicitado la detención preventiva de cuatro directivos de Aricell, incluido su CEO Park Soon Kwan, tras el incendio en la fábrica de baterías de litio de la empresa, que el 24 de junio causó 23 muertes y dejó ocho heridos.
La investigación, que duró dos meses, determinó que los directivos violaron la Ley de Seguridad y Salud Ocupacional y fueron negligentes, lo que provocó el fatal accidente. Al CEO también se le imputa la violación de la Ley de Castigo por Accidentes Graves.
Desde 2021, Aricell suministraba baterías a la Administración de Programas de Adquisición de Defensa (DAPA) utilizando prácticas fraudulentas para pasar las inspecciones de calidad.
En abril de este año, tras fallar en una inspección, la empresa aceleró la producción para cumplir con los plazos de entrega, y empleó a un gran número de trabajadores sin la formación adecuada.
Dos días antes del incendio, una batería explotó durante el proceso de producción, pero la empresa continuó operando sin hacer las correcciones necesarias.
Según las investigaciones policiales, las baterías defectuosas de ese lote se trasladaron al área donde se originó el fuego, lo que desató la tragedia. Además, la falta de entrenamientos y simulacros de evacuación contribuyó a la gravedad del desastre.