El líder norcoreano, Kim Jong Un, ofreció un discurso inusual por el aniversario de la fundación del régimen de Corea del Norte, más conocido como el "Día del 9 de septiembre".
Kim Jong Un disertó ante altos cargos del partido y del gobierno, afirmando que está implementando sin vacilar la política de desarrollar fuerzas nucleares para aumentar exponencialmente el número de dicho tipo de armas. Subrayó que la capacidad nuclear debe estar totalmente lista para ser utilizada en cualquier momento, a fin de garantizar la seguridad del país.
Kim también aludió a los avances en las políticas de desarrollo local, anticipando buenos resultados en las cosechas agrícolas.
En cuanto a la recuperación de los desastres naturales, aseguró que han adoptado medidas preventivas irreversibles para enfrentar las catástrofes.
Asimismo, el líder norcoreano ordenó implantar en su totalidad las políticas de desarrollo regional, y culminar en el plazo previsto los esfuerzos de reconstrucción tras las inundaciones.
Al respecto, el Ministerio de Reunificación de Corea del Sur interpretó el discurso de Kim como un intento de calmar el descontento popular, y también como medio de presión para lograr resultados antes de fin de año, en medio de un complicado contexto tras los recientes desastres naturales.