Kamala Harris y Donald Trump, que actualmente compiten por llegar a la Casa Blanca, mantuvieron su primer debate televisivo a falta de unos cincuenta días para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. 

El debate comenzó con un cordial apretón de manos, gesto que Trump y su entonces rival demócrata Joe Biden omitieron en junio al encontrarse en un escenario similar. Sin embargo, y en contraste con este gesto, nada más arrancar el debate comenzó una feroz contienda de políticas, opiniones y ataques personales, donde Harris y Trump se enzarzaron fuertemente, incluso sin respetar el turno de palabra del otro y con el micrófono apagado. 

Sobre el debate, The New York Times comentó que era la primera vez que veía a Trump tan furioso desde su encuentro con Biden. 

Los ataques mayormente llegaron por las causas legales que enfrenta cada uno de los candidatos, mientras que los momentos de mayor intensidad se dieron al abordar temas económicos.

El debate duró más de una hora y media y aunque fue el primero entre Harris y Trump, se especula que será el último, considerando que ambas partes mostraron un fuerte descontento.