El Gobierno surcoreano ha condenado enérgicamente el desarrollo ilegal de armas nucleares por parte de Corea del Norte, afirmando que incumple varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, al tiempo de suponer una grave amenaza para la paz en la península coreana y el resto del mundo.
Mediante un comunicado emitido por el Ministerio de Reunificación, el Gobierno reiteró que ni Seúl ni la comunidad internacional reconocerán a Corea del Norte como potencia nuclear bajo ningún concepto. También advirtió que cualquier amenaza o provocación nuclear por parte del régimen norcoreano enfrentará una respuesta firme y coordinada, respaldada por la sólida alianza entre Seúl y Washington y por su sistema de disuasión extendida.
Con esta declaración, instó a Pyongyang a abandonar su programa de desarrollo nuclear - subrayando que no obtendrá ningún beneficio- y a centrarse en el bienestar de su población, además de aceptar la oferta de diálogo sobre desnuclearización propuesta por Seúl.