El presidente Yoon Suk Yeol considera el tema de las familias separadas de las dos Coreas el asunto de mayor prioridad, mientras Seúl hace lo que puede ante el rechazo de Pyongyang de cualquier tipo de contacto, incluso de índole humanitaria.
La postura del mandatario procede del discurso que envió a la ceremonia por el Día de las Familias Separadas, organizada el domingo 15, y que fue leído en su representación por el ministro de Reunificación, Kim Young Ho.
Mediante el discurso, Yoon expresó que a medida que el tiempo pasa y se mantiene la negativa del régimen norcoreano a toda forma de diálogo, el dolor de las familias separadas por la frontera se agudiza, máxime dado el progresivo envejecimiento de aquella población. Agregó que de las cerca de 130.000 personas residentes en Corea del Sur que solicitan reunirse con sus seres queridos en Corea del Norte, unas tres mil mueren cada año sin tener la oportunidad de volver a verlos, y que actualmente quedan apenas unos 40.000 supervivientes.
El presidente manifestó que ante esta realidad, el Gobierno surcoreano se esforzará para que el interés por el tema de los familiares separados no se apague en las Naciones Unidas y a nivel de toda la sociedad global.
El Día de las Familias Separadas fue instaurado con el objetivo de lograr una mayor sensibilización sobre la situación de las personas que viven sin poder reunirse con sus seres queridos al otro lado de la frontera, en virtud de la ley sobre familias separadas, que entró en vigor en marzo de 2023.