Tras ocho meses de conflicto, el Gobierno y el sector médico celebraron el jueves 10 su primer debate público, centrado en el aumento de plazas en las facultades de medicina, pero al mantener sus posturas originales no lograron avances.
El Gobierno afirmó que cuenta con una base científica suficiente como para justificar el incremento de 2.000 plazas para estudiar medicina, cifra que considera "el mínimo necesario". Por su parte, el sector médico cuestionó la necesidad de dicho aumento, señalando que un mayor número de médicos podría elevar los gastos sanitarios. También urgió a no centrarse en el volumen de médicos, pues el verdadero problema radica en la falta de doctores en ámbitos esenciales y en zonas fuera de la capital.
También mostraron su desacuerdo sobre la solicitud colectiva de suspensión de estudios por parte de los alumnos de medicina. Mientras que el Gobierno considera esa medida como inaceptable, los profesores de medicina defendieron la validez de esas solicitudes.
Así, tras reafirmar las diferencias entre ambas partes, el debate concluyó sin progresos.