La comunidad inernacional ha reaccionado de distinta forma a la destrucción de las carreteras Gyeongui y Donghae en la frontera intercoreana por parte de Corea del Norte.

El Departamento de Estado estadounidense afirmó el martes 15 (hora local) que están monitoreando la situación en Corea del Norte en estrecha coordinación con Corea del Sur, e instó a Pyongyang reducir las tensiones en la península.

Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, pidió a Corea del Norte que detenga todas las acciones que aumenten el riesgo de conflicto y regrese al diálogo y la diplomacia.

En tanto, el expresidente Donald Trump, candidato presidencial, también se pronunció a través de sus redes sociales, afirmando que solo él puede resolver la situación.

China, por su parte, adoptó una postura más neutral. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino criticó el aumento de tensiones en la península coreana, señalando que no beneficia a los intereses de ninguna de las partes implicadas. Así, subrayó la importancia de evitar una escalada adicional de tensiones y resaltó los esfuerzos de ambas Coreas.

En contraste, Rusia defendió a Corea del Norte. Andrey Rudenko, viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, aludió a la supuesta "infiltración de drones surcoreanos en Pyongyang" denunciada por el Norte, sugiriendo que Corea del Sur podría ser señalada como responsable de las recientes provocaciones.