Corea del Sur registró este año una significativa reducción de la superficie destinada al cultivo de arroz con 697.713 hectáreas, un 1,5% menos que en 2023. Este descenso marca la primera vez desde 1964 que la superficie cultivada cae por debajo de 700.000 hectáreas.
La Oficina Nacional de Estadística atribuye esta tendencia a las políticas gubernamentales orientadas a equilibrar la oferta y la demanda de arroz, al incentivar a los agricultores a diversificar los cultivos hacia otros productos estratégicos, como el trigo y las legumbres.
Además de remitir la superficie de cultivo, el rendimiento por cada 0,1 hectárea (o 1.000 metros cuadrados) experimentó un descenso del 1,8% hasta 514 kilos ante la incidencia de plagas, como el ataque del saltamontes marrón.