Los líderes del G20 adoptaron una declaración conjunta durante la cumbre en Río de Janeiro.
El documento, que consta de 24 páginas divididas en 85 secciones, refleja el compromiso de trabajar en la implementación de un impuesto global a aquellos individuos con patrimonios netos extremadamente elevados. La iniciativa, sugerida por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, busca avanzar respetando la soberanía fiscal de cada nación, y promover una mayor carga tributaria sobre los más ricos.
En cuanto a los conflictos en Oriente Medio, los líderes mostraron su preocupación por la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y el riesgo de una escalada bélica en Líbano. Asimismo, respaldaron la propuesta estadounidense de un alto al fuego permanente en Gaza a cambio de la liberación de todos los rehenes, y pidieron un cese de hostilidades que sea inclusivo.
Sobre la guerra en Ucrania, el G20 expresó su apoyo a todas las iniciativas constructivas que promuevan una paz justa, integral y sostenible.
El documento también hizo un llamado a mantener un sistema de comercio multilateral basado en normas, justo y no discriminatorio, centrado en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por último, subrayaron la importancia de evitar el proteccionismo y garantizar un comercio global abierto, equitativo, inclusivo y sostenible.