Japón celebró una ceremonia conmemorativa en memoria de los japoneses y coreanos que trabajaron en la mina nipona de Sado durante la Segunda Guerra Mundial, pero sin la participación del Gobierno coreano.

El acto conmemorativo tuvo lugar a la 1 de la tarde del domingo 24, en la isla de Sado, prefectura de Niigata, y contó con la presencia de la viceministra parlamentaria de Asuntos Exteriores, Akiko Ikuina, funcionarios del gobierno local y representantes de grupos civiles. 

Aunque la asistencia prevista fue de unas 100 personas, unas 30 plazas quedaron vacantes por el boicot de la delegación surcoreana.

En el discurso ofrecido durante la ceremonia, Ikkuina no utilizó el término “trabajos forzosos” al mencionar a los trabajadores coreanos. Corea del Sur y Japón acordaron celebrar el evento a principios de año, antes de que el complejo minero de la isla de Sado fuera añadido a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. 

Pero Corea del Sur decidió no enviar una delegación al evento el sábado 23 en una aparente respuesta al plan de Tokio de enviar a Ikuina al evento como representante del Gobierno japonés. 

En 2022, Ikuina visitó el controvertido santuario Yasukuni, que honra a los muertos en la guerra de Japón, incluidos criminales de guerra de clase A.